Mi pequeño Tango


Me gustaría saber qué piensa, tan pequeño e inocente, saber cómo es vivir en mi cocina, bajo ese suavísimo pelaje, esos largos bigotes y esos ojos azabaches, que te atraviesan la mirada.

 
Me gustaría saber si no le duele la nariz de tanto moverla  y que se siente cuando el olor de la manzana te evoca el manjar más delicioso del mundo, saber cómo es roer los electrodomésticos  nuevos sin tener que preocuparme por lo que cuesta pagarlos y el sabor que tienen las puertas mientras las agujerea.
Me gustaría saber cómo es desear con todas tus fuerzas abrir la puerta de la lavadora, como si fuera el acceso a un mundo mágico de tesoros que morder y la sensación de soñar con mi pasillo como si fuera un lugar maravilloso que explorar.
 
Me gustaría saber cómo es pisar la alfombra de la entrada con miedo, como si fuera una terrible zona de arenas movedizas y la sensación de recorrer  como el rayo los 100 metros obstáculos hasta esconderse debajo de la cama feliz.
 
Me gustaría aprender a chascar los dientes en una versión muy personal del ronroneo gatuno, saber por qué ha convertido mi vieja camiseta azul en su joya de la corona y experimentar cómo es entrar por una manga y luchar juguetonamente  para salir por la otra…. Me gustaría saber…