La maternidad es única, especial, inimaginable, trepidante, cansada, desconcertante, un cóctel tremendo de sentimientos y emociones que estamos deseando expresar, sacar a la superficie, compartir con otras mujeres que ahora atraviesan el mismo camino y que por ello nos comprenden y apoyan. Estoy segura de que en esto consiste el éxito de las mamás bloggers. Al final Internet ha llenado el vacío de la desaparecida y ancestral tribu de mujeres que arropaba y ayudaba a la mujer embarazada, a la parturienta y puérpera en ese momento tremendamente mágico de su vida.