Te invito a que hoy entre las prisas de las celebraciones, las comidas y los regalos encuentres un momento para sentir la magia de la Navidad, cierra los ojos, respira el aire frío, siente esa niebla con la que hoy nos hemos despertado o dedica unos instantes esta noche a mirar la maravillosa luna que tenemos. Sea como sea, si haces el vacío en tu mente y conectas con tu corazón, sentirás la magia de la que te hablo. Envuélvete de ella y llévala contigo todos y cada uno de los días del año. ¡Feliz encuentro con la magia! ¡Feliz Navidad!