Hace unos días publique un post en Instagram sobre la Alta sensibilidad. Enseguida me llegaron mensajes preguntando cómo pude yo ponerla a mi servicio. En el vídeo de esta semana, te explico mi interpretación sobre este rasgo del carácter y cómo he aprendido a gestionarlo para sacar el máximo beneficio y reducir sus inconvenientes.
Este fue el mensaje:
Hoy se celebra el Día de la Alta Sensibilidad. Hasta hace un par de años ni siquiera sabía qué era esto. Gracias a @soymamavaliente y @minimalistamente empecé a ponerle nombre a algo con lo que he lidiado toda la vida, aunque no me termine de identificar con el término, porque huyo de todo aquello que pueda suponerme un limite.
Hay un mensaje de los Registros Akáshicos que se ha repetido últimamente con bastante frecuencia: ‘La sensibilidad es un súper poder’ empoderándome a mi y a otros a quitarnos las corazas y vivir la sensibilidad desde otro lugar.
En muchos momento me siento abrumada por los ruidos, los olores fuertes y las energías de la gente. Busco refugio en la naturaleza, en el silencio y a veces en la soledad. Durante mucho tiempo he pensado que esta ‘rareza’ era ciertamente un defecto inconveniente, que me volvía vulnerable, desarrollando una gran necesidad de poner barreras de defensa y protección.
Ahora entiendo que mi sensibilidad es mi fuerza, es mi poder, abrirme a ella plenamente me hace conectar con mi esencia, es mi don, sé de dónde nace y sobre todo para qué, percibo como me acompaña en mi camino y es fundamental en el trabajo que realizo cada día.
La sensibilidad equilibrada, te abre a la capacidad de sentir intensamente, a una mirada diferente del mundo, más profunda, consciente y comprometida. Definitivamente nos conecta al mundo sutil y empático, permitiéndonos escuchar la voz de nuestro corazón. ¿Y tú cómo lo gestionas? Me encantará leerte.
Mis respuesta a vuestras preguntas en el vídeo. Feliz semana