Mientras realizaba un trabajo de luz con la luna y abría sus Registros Akáshicos, me llegó con fuerza la necesidad de ‘conectarme’ con el Alma de la luna, esa esencia última que reside en su ser y permanece firme e inalterable a pesar de todo. Conectándonos a ese Alma de la luna, nos anclamos a su luz y a su lado amoroso y establecemos un dialogo Alma a Alma con ella, con su feminidad, sensualidad y su parte nutridora, intuitiva, sensitiva y bruja.
Conectándonos con el Alma de la luna, no sólo trabajamos con nuestro sagrado femenino (sirve tanto para mujeres como para hombres) sino que nos convertimos en anclas en la Tierra, de esa energía pura de la luna. Nos convertimos en hijas e hijos suyos en su versión más auténtica.
Es muy frecuente que la gente trabaje con las fases de la luna para potenciar los efectos que desee, que se pidan deseos, que se abran círculos de mujeres, que se trabaje con ella y la menstruación. Durante esta lectura de Registros Akáshicos con la luna tomé conciencia de la importancia de asegurar que estamos estableciendo adecuadamente esa conexión, como al llamar a alguien por teléfono, nos cercioramos de estar marcando bien su número. Para que nuestros trabajos de luz sean lo eficaces que queremos y estemos en una vibración adecuada a la expansión de la conciencia y la luz es importante asegurarnos de esta conexión Alma a Alma con ella.
Para ayudarte a conectar con la luna antes de realizar tus trabajos energéticos, canalicé esta meditación, que puedes ver en el vídeo de abajo. Me insistieron en que la difundiera para que más gente tomará conciencia, así que siéntete libre de compartirla si la consideras afín a ti.
Espero que el vídeo de hoy te sea útil y te ayude en tu camino.
Un abrazo