Ahora que voy a ser mamá en unas semanas y observo las cosas desde ese prisma nuevo que te da el tener una nueva vida creciendo dentro de ti, me doy cuenta de lo importante que es ser mujer, del privilegio que tenemos de serlo y de lo poco que nos valoramos y se nos valora.
 
Ayer veía  La luna en mi, una película documental  de Diana Fabiánová en la que habla claramente sobre el tabú de la menstruación durante 75 minutos que no me dejaron indiferente. Sentí pena cuando preguntaban a hombres por la calle sobre el tema y salían corriendo o decían sencillamente que era algo asqueroso, pero lo que me partió el alma fue ver como niñas de 11 y 12 años respondían sin dudar un instante que preferían ser niños. 

¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos perdido esta conexión con nuestra esencia femenina? ¿Por qué mujeres sanas sufren reglas, partos y lactancia dolorosas cuando son funciones naturales para las que nuestro cuerpo está perfectamente diseñado? En condiciones de salud no deberíamos sufrir al realizar las funciones biológicas  básicas, no deberíamos tener molestias al respirar, digerir alimentos, mover un brazo, al igual que al menstruar o parir? ¿De qué nos está avisando nuestros cuerpos, de que nos están hablando a las mujeres? 

Después de sufrir una complicación en el embarazo que me  ha obligado a parar mi ritmo normal de vida  y me ha hecho volver la mirada  hacia dentro, reflexionando sobre mi, sobre mis procesos personales, sobre las  mujeres y el papel que ahora desempeñamos en la sociedad, creo que lo que ocurre es que hemos perdido nuestra conexión con la Diosa, con la Madre Tierra, hemos dejado de danzar descalzas bajo la luna, de correr con lobos, hemos renunciado a la tribu de hermanas, nos hemos desvinculado de nuestros ciclos y ritmos naturales, hemos sacrificado nuestra esencia femenina en busca de la perfección, de la mujer maravilla, de la superwoman que puede con el trabajo, la familia, la casa y además tiene que estar estupenda, sin permitirse una ojera o una cara cansada. 
 
¿En pos de que? De una sociedad corrupta que nos hace competir con los hombres, demostrando que trabajamos lo mismo y más, de una cultura que nos obliga  a encajar en una talla 38 y a no tener arrugas. ¿Por qué no nos permitimos ser mujeres y compartir con el mundo la magia de nuestra energía?
 
Me ha resultado muy útil durante mi proceso esta selección de libros, webs y vídeos,  igual para ti también puede serlo:
 
  • Pariremos con placer. Apuntes sobre la recuperación del útero espástico y la energía sexual  femenina. Casilda Rodrigáñez Bustos. 
  •  El dolor del parto. Verena Schmid
  • Miranda Gray y su bendición del útero
  • Estudio sobre el útero. Mónica Felipe-Larralde. Blog donde puedes descargar gratuitamente ejercicios de relajación del  útero. 
  •  Portando otro angelito Cayetana Saiz. Blog con ejercicios para sanar y conectarnos con nuestro útero.
  • La luna en mi, un secreto demasiado bien guardado. Película documental  de Diana Fabiánová.