Durante mi embarazo tuve de tiempo de investigar y leer cientos de blogs, webs y libros sobre maternidad y vida eco, todo los que descubrí sobre los disruptores endocrinos me llevó a renovar completamente mis productos de aseo y a cambiar algunas rutinas diarias.
 
Aprendí a leer el etiquetado de los cosméticos,  a identificar componentes químicos nada recomendables de nombres imposibles y a sustituirlos por alternativas ecológicas de composición francamente sencilla. A la vez que evitaba ingredientes tóxicos  y cancerígenos en mi piel y en el cuerpo del bebé, empecé a descubrir un maravilloso mundo de alternativas naturales. 
 
Uno de esos productos que se ha convertido en mi joya de la corona es el Jabón de Alepo, del que nunca había oído hablar a pesar de que tiene solera. Se elabora artesanalmente con aceite de laurel y oliva desde hace más de 2.000 años en Alepo, una ciudad al norte de Siria.
 
Me llamó la atención la legión de admiradores que compartían sus maravillas en Internet y una, que es de naturaleza curiosa, lo probó y le convenció. Esta maravilla es antiséptica, antiinflamatoria, antioxidante y puede usarse sobre pieles sensibles, con psoriasis, dermatitis, acné o eccemas.
 
Lo mejor de todo, su multitud de usos, sirve para:
  • Las manos y el cuerpo, deja la piel suavísima.
  • Lavar la cara y desmaquillar, reconozco que la primera vez que lo usé con este propósito lo hice con precaución, mi piel es tirando a seca y lavarme la cara con una pastilla de jabón no terminaba de convencerme, pero lo hizo, no reseca nada, deja el rostro limpio, sin impurezas y perfectamente suave. 
  •  El cabello, dicen que funciona fenomenal, pero a mí desde luego no me va bien. (La única pega que le puedo poner hasta la fecha).
  • El afeitado o depilación, la espuma que produce es muy apropiada para el afeitado. Además de proteger la piel, reduce las irritaciones.
  • Como antipolillas, en el mundo oriental es muy conocido por esta cualidad. Se coloca en los armarios para conservar la ropa.
  • Para la colada, se puede utilizar para lavar la ropa y evitar  detergentes químicos. 

El jabón de alepo se vende en pastillas o líquido con distintos porcentajes de aceite de laurel, un porcentaje bajo (20%) está indicado para pieles secas y sensibles, mientras que uno alto (40-50%) será más adecuado para pieles grasas.

Me encanta este jabón, es natural, no puede ser más sencillo en su formulación y sustituye varios productos de higiene: jabón de manos, gel de ducha, limpiador de cara y desmaquillante, eso no sólo hace que sea económico (4,90 €/ 200gr), le convierte en el compañero perfecto para viajar, ya que además podemos lavar la ropa con él  y si lo compras en pastilla, no tendremos que preocuparnos por los controles del aeropuerto. Es sin duda el producto comodín de mi neceser eco.